Impermeabilización

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Muchas veces, no nos damos cuenta de la importancia de tener una vivienda bien protegida contra la humedad hasta que aparecen las primeras manchas oscuras o moho en las paredes, goteras o filtraciones en techos, desconchado de pintura, sensación de humedad persistente, incremento inexplicable del consumo de calefacción, etc., señales claras que indican que tu vivienda necesita una intervención de impermeabilización.

En la provincia de Zaragoza donde el clima es bastante extremo con veranos muy calurosos y secos e inviernos fríos y periodos de lluvia intensa, la impermeabilización de viviendas se convierte en una necesidad más que en una opción, manera de eliminar las humedades, malos olores e inconvenientes tanto para la estética arquitectónica como para la salud de los inquilinos.

En nuestra empresa de Fachadas Zaragoza, sabemos de primera mano los efectos negativos que puede causar una mala impermeabilización, poniendo en riesgo no solo la estética del hogar sino también su estructura y salud interior. Por eso, ofrecemos soluciones duraderas y personalizadas para todo tipo de edificación ya sea de nueva construcción, reforma integral o parcial.

Contacte con nosotros donde le informaremos y asesoraremos como proteger su hogar, garantizando que el agua no se filtre por paredes, techos y suelos.

Qué es la impermeabilización

Impermeabilizar una vivienda consiste en aplicar materiales o sistemas que impidan el paso del agua a través de las superficies expuestas, como techos, paredes, terrazas, cimientos y sótanos.

Este proceso actúa como una barrera protectora contra la penetración de la humedad, especialmente en temporadas de lluvia o en zonas con alta exposición a la intemperie.

Existen diferentes tipos de impermeabilización, cada uno con características específicas que se adaptan a las necesidades particulares de cada área del hogar. Los más comunes incluyen productos líquidos (acrílicos, poliuretanos), mantos asfálticos, membranas de PVC, entre otros.

La importancia de impermeabilizar la vivienda

La impermeabilización de viviendas no es solo una cuestión estética, su función principal es actuar como barrera protectora evitando que el agua penetre en las estructuras del edificio, lo que puede ocasionar daños importantes como:

  • Favorece la proliferación de hongos y moho pudiendo afectar a la salud de los inquilinos, desencadenando alergias, problemas respiratorios, etc.

  • Deterioro estructural, oxidación de estructuras metálicas, aparición de grietas, debilitamiento de la construcción comprometiendo la estabilidad del edificio.

  • Desprendimientos de la pintura y acabados.

  • Malos olores y sensación constante de humedad.

  • Aumento del consumo energético por pérdida de aislamiento térmico.

Invertir en sistemas adecuados de protección contra la humedad puede representar un ahorro significativo a largo plazo, al evitar importantes reparaciones futuras, restauraciones o incluso reconstrucciones parciales.

Una vivienda bien mantenida y libre de problemas de humedad no solo es más confortable y saludable, sino que también tiene un mayor valor comercial y resulta más atractiva para futuros compradores o inquilinos.

Las zonas de una vivienda que mayor impermeabilización deben tener son aquellas que están más expuestas al agua o humedad, como:

  • Techos y azoteas: Con una alta exposición continuada al agua de lluvia, su impermeabilización es esencial para evitar goteras y filtraciones hacia el interior de la vivienda. Se utilizan frecuentemente sistemas de mantos asfálticos o recubrimientos líquidos que se adaptan a diferentes tipos de techumbre.

  • Terrazas y balcones: Estas zonas por estar al aire libre son muy vulnerables a las filtraciones si no se tratan de manera adecuada, pudiendo afectar a los pisos inferiores.

  • Paredes o muros de exterior: Los muros de las viviendas que están en constante exposición a la lluvia, sol y viento, es habitual que presenten problemas de humedad. Existen pinturas y revestimientos impermeables que protegen la superficie sin alterar su apariencia estética.

  • Sótanos y cimentaciones: Al estar en contacto con el suelo, estas zonas son susceptibles a la humedad por capilaridad o presión hidrostática. La impermeabilización aquí requiere soluciones específicas, como barreras químicas, mantas impermeables, pinturas bituminosas (alta resistencia a la humedad) o sistemas de drenaje perimetral.

  • Baños y cocinas: Aunque están en el interior de la vivienda, estas áreas son húmedas por naturaleza. Es común impermeabilizar pisos y paredes con productos especiales antes de colocar azulejos o revestimientos cerámicos.

  • Marcos de puertas y ventanas de exterior: Son puntos vulnerables a filtraciones por su mal sellado o deterioro del marco. Estas zonas se protegen con selladores de silicona o membranas líquidas.

Tipos de impermeabilizantes

Los impermeabilizantes pueden clasificarse en dos grandes grupos: rígidos y flexibles:

  • Rígidos: Son aquellos que forman una barrera dura, como morteros impermeables o aditivos para concreto. Su uso es común en cimientos y estructuras que no están sujetas a movimiento.

  • Flexibles: Se adaptan a movimientos estructurales y dilataciones térmicas, por lo que son ideales para superficies expuestas como techos y terrazas. Incluyen membranas líquidas, mantos prefabricados y membranas autoadhesivas.

Según su presentación y método de aplicación se dividen en: líquidos, mantos prefabricados y membranas sintéticas:

  • Líquidos: Son muy fáciles de usar y permiten cubrir superficies irregulares. Se aplican con brocha, rodillo o aspersión y al secarse, forman una película impermeable.

  • Mantos prefabricados: Vienen en rollos y su instalación requiere calor para su adherencia. Son altamente resistentes y duraderos.

  • Membranas sintéticas: Fabricadas de PVC o EPDM, ofrecen gran elasticidad y alta resistencia a los rayos UV.

Mantenimiento y revisión

La impermeabilización de viviendas precisa de revisiones periódicas, al menos una vez al año, fundamentalmente antes y después de la temporada de lluvias. Comprobar la existencia de grietas, desprendimientos, encharcamientos o señales de humedad es esencial para actuar a tiempo y de este modo evitar daños mayores.

En el caso de los techos, es importante verificar que los desagües estén limpios y que no haya acumulación de hojas u objetos que puedan dificultar el paso del agua. Si se detectan fallas, es conveniente repararlas de inmediato o bien sustituir el sistema impermeable si ya ha alcanzado el fin de su vida útil.

La impermeabilización de una vivienda protege la estructura, ayuda a mejorar su eficiencia energética, incrementa el confort térmico y cuida la estética interior y exterior. Un hogar debidamente aislado es mucho más agradable, saludable y rentable.

Ya sea que necesites reparar una filtración puntual o realizar una impermeabilización completa para evitar daños futuros y mejorar la calidad de su vivienda, no dude contactar con nuestra empresa de Fachadas Zaragoza, estaremos encantados de ayudarle.

Nuestro equipo de trabajo se hará cargo de todo, desde el estudio y diagnóstico inicial hasta su ejecución final, cuidando cada detalle y cumpliendo con los plazos acordados.

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